jueves, 3 de abril de 2008

Paris y Rosalinda: Desamores

"¿Y si es mío el amparo
de tu risa leve?
Ella aquieta mi herida:
todo, todo se olvida"
(Carlos Gardel)



Aquella noche él se había levantado de su habitación y se encontraba divagando, entre las gotas del diurno rocío que se formaría al parar el constante goteo que anunciaba el final de un largo aguacero: su ventana se había empañado.
Esa noche fue diferente. Nunca creyó que ese recuerdo tan bien guardado, pero muy difundido lo despertara. Talvez era una señal de preocupación o de aún no haber encontrado un porqué a su insomnio.
Creyó aparente escribirlo en su admonitorio, pero a la vez improvisado cuaderno, pero recordó que debería estar dirigido a un remitente acezante; escribió una carta.
Ese lunes se despertó contrariado pero satisfecho, su misiva estaba completa. El frío de aquella ciudad inundó los insulsos sentimientos de las personas, más Sebastián pensó, que él era diferente y no formaba parte de todos los hipodérmicos rostros grises envueltos en bufandas, que trataban de apaciguar el frío con guantes o paraguas sin darse cuenta que el clima no solamente hacía helado a los vidrios o cristales, sino también a sus corazones y a sus sentimientos.
Sospechó quizás, que la receptora de la misiva no estaría contagiada de ese estupor gélido que envolvía a aquellas «multitudes eclécticas de desconocidos que orbitan entre nosotros».
Camila apareció como un heraldo sórdido, sin comprender la nota que le fue entregada, ¿acaso aquel mensaje tallado en papel no era para ella?; talvez no existió una afinidad entre el mensaje final y la «comprensión individual femenina». Si así lo fuera el frío no se hubiera apoderado de su torso; las fontanas de sus ojos desearían haber goteado, o simplemente su pecho debió inmutarse a las crudas palabras que había recibido al leer.
El azar eligió a la receptora de su misiva, sin embargo ese frío execrable fue un boicoteador del bienestar de Sebastián, puesto que su dormir eventual dependería de la recalcitrante recepción de ese mensaje.
Él sintió que la mitad de la encomienda se había cumplido, pero reveló notoriamente que la misión fue demasiado lenta, parsimoniosa, porque no atrapó ni coincidió con el azar cometido de intentar, por lo menos, llamar la atención de Camila. Ahora la misiva no solamente consistía en un reclamo justificado de impaciencia alegre al llegar la noche, ahora no solo la carta estaba contagiada de la hipotermia gélida, sino también su apreciada receptora…
Una semana después tras los fútiles motivos que hicieron redactar una carta a Sebastián, volvió a despertarse en las mismas condiciones que aquella primera ilusión lo había animado. Sorprendido notó que no había nada que aludiera a un aguacero o a un rocío futuro, inclusive no hubo la señal de gotas: comprendió de una manera inconclusa que había soñado todo lo anterior. Se levantó y no era la habitación pasada, había ahí, una hamaca. No podía ese clima ser frío o gélido ya que era tórrido y febril, acertó estar en la playa. Se acercó a la ventana más próxima y miró aquel alba que solamente Neruda podría redactarlo en su “Canción desesperada”, suspiró entonces, y en su cuerpo el sueño se apoderó, aquel esclavo de Morfeo, lo agarró y lo echó sonriente en la hamaca…
Sebastián se levantó sudoroso pese al congelamiento que se desarrollaba en su habitación cuyas paredes eran color naranja, soñó que estaba en la playa, soñó que escribía una carta, soñó una secuela de sueños: soñó que soñaba.

Se levantó y recorrió la cortina del alféizar, al recorrerlo se cayó un sobre: era una carta o la copia de una de ésas. Leyó. Descubrió que tal vez la persona que invadía sus pensamientos en esos instantes tendría la traducción original a ésa, que era su letra, lo reconoció de inmediato ya que la carta estaba en italiano.
Proyectó, cual sombra con su índice, los nombres en la superficie empapada por el frío, enmohecido por las gotas de lluvia.
No quería que cese de llover para que perdure a la luz de la luna, aquellos nombres que había escrito en esa ventana, pensó también como se verían esos nombres escritos en la playa, en ésas arenas infinitas, tratando de esquivar a la profusa marea; pensó en esos dos nombres hasta que el anuncio del nuevo día (el sol y su relativo calor) y la alusión de la marea, los borraron no, de su esternón, pero sí de su vista.
Lo que había dibujado el índice derecho de ese hombre en la ventana, era un deseo desesperado de dejarse vencer por ésos, de formar parte de los de bufanda y rostros grises hipodérmicos. Sebastián se contagió del malicioso frío al escribir lo inevitable, en su empañada ventana: “Camila y Sebastián”…



AŋđŗΞ'Ş ζ¡$ŋΣřǿ§

(Gracias por los nombres: Wir konnen
sagen, basierend auf einer wahren
geschichte ...)



Compartir

2 comentarios:

QuiteTheCharmer_xX dijo...

Otra vez recuriendo a mi exprimido cerebro con esperanza de que produzca una respuesta cercana a algo decente para tu "post". Primero que quede en claro que estoy gastando mi masa cerebral, mis neuronas, por lo menos las que aun funcionan, en redactar esto, a pesar de que tengo sufiecientes deberes para no conciliar el sueño toda la semana. Segundo quisiera decir que mis comentarios esta meramente sujetos a mivolatil estado animico, impredecible e improbable, y no a mi critica literaria. Honestamente, me faltan el tiempo y las energias para analizar esto de forma literaria.
Dicho eso, no es necesario recalcar la elocuencia de los escritos y la variedad linguistica del autor. Aun que me cueste admitirlo, tienes talento Andro (jaja.. probablemente estoy celosa. Mi abilidad literaria es limitada, sino nula).
A pesar de que el titulo es bien intencionado, no creo que sea apropriado. Son comparaciones bastante distintas y solo el hecho de la diferencia historico y el contexto social no nos permite copara ambas situaciones.
El escrito es bueno, pero a veces cabe decir que la eficiencia lingusitica y la cantidad de elocuencias distraen al lector del verdadero significado del texto.
Solo me queda disculparme por mis faltas ortográficas y justificar mi terrible comentario diciendo que estoy ehxausta y todavia me quedan tres capitulos por leer y dos ensayos por completar.

Nicky! dijo...

NOVIOOOOOOO!!! jaja es muy bueno aprender todos los dias algo nuevo sobre mi novio como por ejemplo que ESCRIBES INCREIBLEEEEE!!!!jajaja claroff mi novio tenias q ser jajajaja en serio deberías dedicarte a escribir y cuando seas fuuuull famoso tienes q decir q yo soy tu novia!! jaja no ya en serio escribes excelenteeee!! FELICITACIONES!!!