Por: José Luis Castro
Los personajes de Wong Kar Wai son solitarios por excelencia. Sujetos que no pueden escapar de su pasado y que son devorados por la animadversión.
Siempre que te pregunto
que cuando, cómo y dónde,
tu siempre me respondes
Quizás, quizás quizás…
En cuanto a 2046, una suerte de prolongación de la vida del Sr. Chow, el film se asemeja más a las descripciones de la prosa inmediata. Posee imágenes que se suceden, de un modo, un tanto desordenado y mucho más rápido que las de In the mood for Love. Los personajes, durante este film, dejan la inocencia de un lado y adquieren cualidades que los hacen exquisitamente eróticos y mucho más sensuales. El protagonista, marcado por su anterior decepción amorosa, es mucho más frío y despreocupado con sus actuales amoríos, lo cual lo transforma en un personaje redondo y completamente distinto al que se presentaba en el filme anterior. Sus aventuras; Bai Ling, que personifica la atracción física de manera lasciva y trémula. Jin Weng, poseedora de una afabilidad y docilidad única que combina con una atracción fortísma y Zu Li Zen, mujer más enigmática, misteriosa y nostálgica, pero igual de seductora, se constituyen como uno de los puntos fuertes de la cinta. El sexo, sin compromiso, es un tema recurrente. Si es que caben los términos, 2046 es mucho más mundana y libidinosa. Los boleros continúan, pero ahora sutilmente las escenas se matizan con extractos de la opera.
"Si hubiera nacido en otra época, mi vida hubiera sido diferente"
En 2046, Wong Kar Wai experimenta con la ciencia ficción, gracias a que la vida del Sr. Chow, escritor y periodista, se mezcla con la literatura que el mismo recrea. Un personaje que debido a su desesperanza, decide huir hacia 2046, un lugar del cual nadie regresa, salvo el narrador de la historia, es allí donde, el alter-ego de Chow, experimenta varios romances tórridos con los robots de ese lugar, quienes carecen de sentimientos humanos. Fábula que se ajusta perfectamente a la realidad. El director koreano consigue que un lugar común, el amor, no se entremezcle con el sentimentalismo, sino que adquiera una carga conceptual muy profunda.
"El amor es una cuestión de tiempo"
Finalmente y luego de estas estériles palabras, no me parecería que calificar a las películas, In the mood for Love y 2046 de Kar Wai como perfectas sea, como dijo años atrás un erudito argentino, una imprecisión o una hipérbole.
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