viernes, 16 de mayo de 2008

Descripción

La luminosidad era impactante, impresionante y destellante. La combinación de colores sobre el campo de visión plasmaba un color azucena en la mayor parte del espacio mientras que en otra parecía haber una linea bastante gruesa de un color un poco más obscura. De vez en cuando una mancha blanca que tenía forma como de triángulo con una punta entre dos de sus ángulos se movía velozmente en direcciones inciertas y sin precisión cual rata en una jaula y en ocasiones parecía presionar ciertos espacios en blanco donde a primera vista no había nada pero tras auto presionarse un rastro titilante de una línea vertical quedaba impresa sobre el espacio, algunas ocasiones formas inenarrables empezaban a perseguir incontroladamente a ésta línea vertical, y luego de un tiempo, un descanso. Por la velocidad de estas formas extravagantes la línea parecía desaparecer y en el descanso las líneas eran quienes tomaban un respiro y la línea reaparecía fatigada por el vaivén. Cajas con colores salían cuando la figura triangular llegaba a ciertas esquinas, llenas de cuadros y dibujos no hacían nada, solo estaban dentro de la caja grande y esperaban que aquella extraña figura se posara sobre ellos para desaparecer de una manera aun más extraña. Pocas veces y sin problema se podía salir de esas cajas sin tener inconvenientes, la mayor parte de veces era cuando aquel triángulo llegaba a la parte más baja de la caja y de manera misteriosa se cerraban para volver a la larga planicie azucena para la eterna persecución entre las figuras y aquel extraño triángulo.

La única forma de salir de ésta cárcel parecía ser cuando la figura triangular lograba acercarse a la parte más extrema del espacio donde parecía haber una mancha roja con una cruz blanca en el centro, parecía un auto suicidio pues tenía que presionarse para que en su último aliento aparezca una nueva caja que parecía tener una leyenda imposible de entender. Ya fatigada aquella figura triangular debía llegar hacia una de esas y jugarse la suerte para terminar o no con aquella persecución. Generalmente sí, la figura vencía y terminaba con aquel juego que se aprovechaba de el, ahora las figuras inenarrables se veían diezmadas por esta extraña figura que había de sacrificarse para cumplir con el juego, así como las abejas lo hacen para defenderse parecía que el triángulo lo debía hacer también.
Cuando la auto presión estaba concluida la caja se cerraba y aquel gigante recuadro blanco desaparecía y salía a una realidad aún más complicada para la figura, ahora se enfrentaba con una línea aún más gruesa que la primera en la parte inferior del recuadro donde habían esas figuras inenarrables. Donde antes era blanco ahora hay millones de dibujos con esas mismas figuras que parecían perseguirla. El triángulo cumplió con su primera batalla. Lo demás ya no nos concierne.
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