martes, 27 de noviembre de 2007

¿Y si la historia nos juega una mala pasada?


La gran mayoría ni siquiera conoce cual es el verdadero lugar de nacimiento de Atahualpa, algunos dicen que nació en Quito, o en Tomebamba y otros dirán el Cusco, no se sabe en realidad cual es la ciudad natal de forma totalmente clara, y mucho menos sabemos una exacta teoría sobre el por qué de su muerte, la más aceptada es la del deseo de mayor riqueza de parte de los españoles puesto que la extensión de la mano estirada del Inca que llenaría una habitación de oro y dos de plata no era suficiente y esto se complementa con la posible división de esta riqueza de la cual Almagro no quería verse perjudicado, pero existen otras. Hace algún tiempo leí una revista muy interesante sobre el ajedrez donde decía que Atahualpa aprendió rápidamente a jugar solo observándolos y llegó a ver grandes partidas de algunos españoles cuando estuvo prisionero en Cajamarca, pero el acabose llegó cuando 2 de sus captores jugaban (Riquelme y Soto) y Atahualpa decidió intervenir y ayudar a uno de ellos el cual iba a mover un caballo -¡No, Capitán, no…!, ¡El Castillo, el Castillo!- y posteriormente Soto venció a Riqueleme que tenía la sartén por el mango en cuanto a la partida, Riquelme quedó dolido por lo sucedido por esto se vengó de una manera sucia a la hora de decidir el destino del soberano Inca, votó a favor de su aniquilación. En la mesa estaban vente y cuatro personas que decidirían la suerte del Inca, y con el voto de Riquelme quedó confirmada la decisión, trece a favor de matarlo y once en contra; después Atahualpa Inga fue tildado de hereje, incestuoso, idólatra, de no cumplir con el rescate, entre otros. Verdad o no es una posibilidad más, no por nada existe el Gambito de Atahualpa una de las mas extrañas formas de responder a la típica salida del peón blanco, en un tablero e4 - ¡¡¡¡f5!!!!
¿Podemos confiar en la historia que nos muestra el mundo europeo sobre la conquista, será entonces que en realidad las cosas no fueron tal y como las conocemos? o en realidad lo que aprendemos con el "terruño" no es lo que realmente es.
Por citar otro ejemplo, en el Perú Atahualpa es el traidor, y nuestra versión de la historia es totalmente distinta a la de ellos ¿Qué historia será entonces creíble? ¿La quiteña, la de la ciudad de los reyes o la española?. Dejemoslo ahí como un tema candente de discusión sobre la historia nacional e identidad.

Si alguien no conocía esta historia de un "Atahualpa ajedrecista" y se interesó por la historia aquí les dejo un par de links relacionados.

Ahmed Deidán


http://www.ajedrezdeataque.com/04%20Articulos/00%20Otros%20articulos/Atahualpa/Atahualpa.htm
http://www.cncultura.gov.ec/cultura/HTML/MUERTEATAHUALPA.HTM
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4 comentarios:

megabloggrslite08 dijo...

mmm interesante jugada... no soy el mejor en ajedrez pero por lo menos se que las pocas de mis cualidades en el juego no provienen de Europa... buen dato es interesante y tiene tu toque se gran sorete jaja... pues bien esa entrada y el que se pica pierde... asi q aunque les duela europeos... don atahualpa les daba la zurda en ajedrez!!! jaja

Santoago dijo...

Es verdad que la historia nos es contada con la subjetividad del historiador, desde su punto de vista personal y único; sin embargo crees que la historia puede ser contada objetivamente??
E incluso puede también ser inventada. Como por ejemplo la historia del Reino de Quito no es mas que un invento vil del padre el P. Juan de Velasco, como mos dicen algunos libros. Aunque no sabe a ciencia cierta, nos cuesta creelo porque destruiría toda nuestra idea de "nacionalidad o identidad"...

. dijo...

Solo quisiera referirme a la "Historia del Reino de Quito" del P. Juan de Velasco como una forma muy quiteña de mirar la historia. Y es que este cura no solo "inventó" una historia a estos territorios, que por cierto fundamentó la identidad ecuatoriana por varias décadas, sino que, a mi parecer, impregnó en unos cuantos tomos las formas quiteñas de vida, por medio de la descripción de las pretéritas realidades.

Unknown dijo...

de hecho, no existe la objetividad en la Historia, ya lo afirmaba Kant en su "Filosofia de la Historia", pero por otro lado,sin justificar ni defender a mi hermano jesuita, como que se le pasó la mano... es muy relativo hablar de identidad, nacionalidad o quiteñidad, con un autor de fines del XVIII que escribe su obra en Italia por el destierro, pero definitivamente, en algo influye...