domingo, 20 de enero de 2008

García Moreno Vs Eloy Alfaro

(La eterna lucha de contrarios)...
El asunto de odiar o alabar a los personajes que pertenecieron a la historia de nuestro país, según mi criterio, es una discusión estéril. Empobrecedor resulta acentuar nuestros resentimientos hacia otras ideologías. Aún así, considero que el verdadero trabajo que debemos realizar con los personajes que pueblan las páginas de los varios libros (algunos, la minoría, excesivamente trabajados y propuestos con absoluta brillantez, otros en cambio, favorables no a la objetividad sino a ciertas ideologías y que se constituyen como un desperdicio de papel, tinta y tiempo.) es la comprensión.
De qué me sirve repudiar a Alfaro por ser el causante de varias ejecuciones, u odiar a los liberales por haber causado la muerte del P. Moscoso S. I., si fueron también los culpables de la regeneración de cantidad de escuelas, colegios e instituciones, y de la modernización (el ferrocarril, el agua potable, la canalización, la luz eléctrica, el registro civil, etc.) del Ecuador.
Y qué beneficios obtengo de llamar a García Moreno tirano por fusilar veinte y seis insurrectos de tropas enemigas, qué de bueno obtengo en acusarlo de vende patrias y santo del patíbulo, si es que no vislumbro su magnifica obra (reformas económicas que permitieron ensayar la primera renta del estado, beneficios a la educación, planes viales, auge de comercio, etc.)
Así como México no sería México sin Cortés, pues Ecuador no sería Ecuador, sin Gabriel García Moreno ni sin Eloy Alfaro, cada uno con sus virtudes y sus defectos, hablo de su obra no de su persona. Tal vez, ese sea el principal defecto de la visión actual, que se busca santificar a la persona (que sin duda es un aspecto importante) pero se olvida su obra, o más bien se la ignora.
Lastimosamente la política actual, se aprovecha de la ignorancia de la mayoría de gente para hacerlos tragar inmundicias que ni Alfaro ni García Moreno hubieran tolerado sin antes haber cortado una buena cantidad de orejas.
Por mi parte, cada vez que abro algún documento o algún libro en el que vea cierta tendencia, que desvirtúa los hechos de cómo los mismos en realidad sucedieron, pues procuro leerlo con mucha atención. No para aprender de ellos sino para procurar no cometer esas atrocidades en mis escritos.
Esta fascinación por las ideologías es lo que me hace odiar a la historia y a la religión, y por contrapunto amar a la literatura, pues la historia es dueña de ciertas incongruencias que sólo la literatura, el cine, la música y demás artes pueden solucionar. Yo particularmente admiro mucho a GGM, pero al escritor. Eso si lo digo sin tapujos, amo a Borges y odio a Coelho. Venero a Godard y repudio a Hollywood. Soy un Nabokovista que desprecia con todas mis fuerzas al Michaelendeismo. Soy un CharlyGarcianista-Tchaikovskyista que aborrece a los Beatleistas.
Para desatar esas animosidades y tirrias existen también miles de actividades muy productivas, por ejemplo el fútbol, hoy fue un día bastante alegre pues apenas desperté me enteré de que el barcelona (El equipo más poderoso y por tanto el más corrupto de Ecuador) y sus once millones de dólares fueron humillados en su día de presentación, en estos temas el odio y el fanatismo está más que justificado.
En conclusión dejemos que los muertos descansen en paz, y profanemos solamente aquello que puede enriquecer nuestro conocimiento, como este blog.
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